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Vale, reconozco que ayer me calenté. Las reflexiones post-partido fueron duras. Pero las horas que han pasado desde el final del partido hasta ahora no mejoran el panorama. Así pues, entono el “mea culpa” por el “Paco se cabrea”. No pido perdón por las líneas que vienen a contínuación.
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Primer punto importante: el entramado defensivo. La lesión de Moretti (tras una entrada criminal de Luque que Delgado Ferreiro dejó sin castigo) supone un nuevo golpe mortal a la línea de zagueros. Miguel está “tocado”, y el esguince de rodilla del italiano no tiene todavía fechas concretas. Con Alexis todavía fuera de combate (reaparecerá a principios de marzo), nos queda la duda de saber cómo solventará Emery la papeleta.
Ayer, la presencia de Maduro como lateral derecho dejó muchas dudas. El holandés cumplió como buenamente pudo en ese carril, lo que ya es decir mucho. Por la zurda se vio a un Carleto excesivamente falto de ritmo de partidos, y Tapia aprovechó la autopista en ese costado para volcar el juego malacitano por los dominios del brasileñ. Así llegó el autogol de Albiol.
La medular presenta la misma cantidad de incógnitas. El fútbol del Valencia duró veinte, quizá treinta minutos. Los primeros de cada mitad. Curiosamente, coincidió con el estado de Baraja: cuando el vallisoletano pierde el ritmo, el quipo lo nota. Silva no puede echarse a las espaldas toda la creatividad del equipo. Ayer se notó al canario desasistido, al “Pipo” cansado y a Albelda demasiado aculado en labores de contención. El cambio de Baraja por Fernandes acabó por eliminar cualquier rastro de coherencia sobre el césped. Y el equipo, desde ahí hasta el final del partido, sufrió como nunca.
Motivos para la esperanza: tenemos portero y delantero. Como un Madrid cualquiera, la paradoja del Casillas-Van Nilstelrooy ha encontrado un parecido asombroso con la formada por César y Villa. El primero sigue siend un seguro de vida en los mano-a-mano y salidas del área. El segundo sigue “enchufando” golazos como el de ayer. Con esa imagen me quiero quedar, mientras la afición reza para que el partido en Kiev del próximo miércoles nos muestre otra versión menos descafeinada de este Valencia.
Lo que está claro es que el equipo no defiende, siempre estás lo defensas y Albelda, nadie mas.
Baraja debe jugar todo el partido, aún cansado y cojo es el único que da criterio en el centro del campo.
Ganando 1-0 donde iba Marchena en la jugada del gol, perdida de balón y contragolpe, Carleto adelantado, tiene que cubrir su puesto Albelda, bueno aquel tio parecía Messi.
Antenízate