Articulo

Megia Davila, un fichaje merengue que reabre heridas en el VCF

Megía Dávila aún es colegiado en activo, aunque no está autorizado a ejercer debido a que no superó las pruebas físicas a principio de curso: todos los indicios apuntan a que anunciará públicamente en breve que deja el arbitraje para empezar a ejercer su nuevo cargo de delegado arbitral, un “puente” para mantener una “relación cordial” con los árbitros que visiten el Santiago Bernabéu. No obstante, durante el día de hoy parece que los directivos merengues se están pensando si seguir adelante con su idea dada la polémica suscitada.

En lo que respecta al Valencia, esta designación ha traído a muchos a la memoria aquella infame noche copera de febrero de 2006, en la que el madrileño suspendió el partido después de que uno de sus asistentes recibiera el monedazo de un indeseable. El partido se reanudó días después a puerta cerrada en Mestalla, y Megía sancionó un penalti inexistente de Albelda a Senel que fue definitiva y tras la cual el de la Pobla Llarga afirmó sentirse “estafado”.

A raíz de aquellos incidentes, el Valencia pidió oficiosamente a la Real Federación de Fútbol que Megía Dávila no le volviesen a pitar esa temporada: una petición que fue aceptada de manera tácita. Sin embargo, en la temporada siguiente el colegiado volvió a cruzarse en la jornada 9 de la temporada 2007-2008, cuando en una de las actuaciones más lamentables de los últimos años fue el artífice de la derrota por 3-0 ante el Sevilla con su expulsión de Silva al cuarto de hora de partido por un supuesto codazo. Aquella noche, un Quique Sánchez Flores que horas después sería cesado cargó con dureza contra el trencilla: “Tiene la moneda grabada en la cabeza y ha salido con predisposición en contra del Valencia. A Silva le revientan la cara y ni siquiera es falta…”.