Villa prefiere no entrar al trapo de Schuster Se esperaba con incertidumbre la reacción de David Villa a las acusaciones de tener "poca ambición" por parte de Bernd Schuster. Y el "Guaje" no ha decepcionado, al menos a aquellos que pensamos que el jugador está por encima de esta polémica. 0 comentarios
¡La Falta! Un "papá" genial Un títular algo peliculero, sí, pero no falto de sentido. Como si se tratara de una escuela de niños huérfanos sin ninguna figura de autoridad que les guiase, Unai Emery entró en el vestuario valencianista este verano con el objetivo de implantar un poquito de orden. Y poco a poco, día a día, se va ganando el respeto de sus "nenes" a base de "normalidad", "tranquilidad" y mucho, muchísimo "sentido común". 2 comentarios
Silva afirma estar "muy bien de ánimos" Sólo lleva cuatro semanas de baja, pero ya se le espera con los brazos abiertos. David Silva afronta unos días importantes tras su artroscopia en el tobillo izquierdo el pasado 16 de septiembre en Barcelona, que le mantendrá inactivo al menos hasta final de año, ya que esta semana se le ha retirado la escayola y ha comenzado el trabajo de recuperación más "serio". "Hay que tener paciencia y que el tobillo se ponga bien", decía hoy en declaraciones a la web oficial del Valencia. 0 comentarios
Schuster acusa a Villa de "poco ambicioso" El bávaro, cada vez que abre la boca, no deja indiferente a nadie. En una entrevista concedida al diario Marca, el técnico del Real Madrid Bernd Schuster acusó a David Villa, jugador del Valencia CF, y a Santi Cazorla, del Villarreal, de tener poca "ambición" por no aceptar la oferta de fichar por el Real Madrid este pasado verano. 1 comentarios
Un títular algo peliculero, sí, pero no falto de sentido. Como si se tratara de una escuela de niños huérfanos sin ninguna figura de autoridad que les guiase, Unai Emery entró en el vestuario valencianista este verano con el objetivo de implantar un poquito de orden. Y poco a poco, día a día, se va ganando el respeto de sus “nenes” a base de “normalidad”, “tranquilidad” y mucho, muchísimo “sentido común”.
El primer paso era complicado. Ronald Koeman, una suerte de Señorita Rottenmeier a la holandesa, había dejado a los chicos agazapados en un rincón en medio de un tumulto de lágrimas, reproches, broncas y desplantes. Tan mal estaba la cosa, que fenómenos precoces como Villa, Silva o Mata estaban empezando a imbuirse del espíritu mediocre que Koeman había instalado en su escuela. Por lo tanto, Unai se puso desde el primer día a trabajar, echó mano a su libro de Psicología… y comenzó su tarea.
Regla número uno: disciplina. Se acabaron los desplantes al técnico. Con Emery, los futbolistas saben que tienen a un entrenador exigente pero justo, como debería ser. Se acabó eso de dormir a deshoras: Unai puso firme a un “rebelde” como Manuel Fernandes, y vaya si el chaval lo está notando. Un caso similar es el de Miguel. Y el de Del Horno. Los tres, futbolistas con una calidad y condiciones ideales, pero cuyo pastor hasta el momento no había sido el adecuado. Con el de Hondarribia, todos los jugadores están rindiendo a un nivel superior al del año pasado.
Regla número dos: no dejarse robar el bocadillo. El año pasado, los pupilos de Unai fundamentaron casi todas sus debacles futbolísticas en la defensa y en la portería. ¿Que algo no funciona? “Pues lo cambiamos”, pensaría Emery. Y se cargó a Timo. “Papá” fue muy duro con el alemán, quizá demasiado, pero pronto llegaría un brasileño nuevo al internado valencianista: Renan, un chaval sensato, sobrio y seguro que da confianza a sus defensas. Y estos, a su vez, no se complican la vida. De hecho, son los más jóvenes (Albiol y Alexis) los que a veces tienen que solucionar los “problemas” en los que se meten sus hermanos mayores (¿alguien dijo Helguera?).
Y tercera y última regla: lo importante es que todos estemos bien. Y vaya si lo estamos. Cada fín de semana podemos ver a un Villa que “enchufa” cada balón que toca; a un Mata que se está consagrando como el tercer “super-crack” del Valencia, tras Villa y Silva; a un Joaquín que, poco a poco, recuerda al que nos maravilló a todos en el Betis; a un Vicente que lo está intentando con todas las fuerzas que le quedan en sus maltrechos tobillos… La cosa “marcha”. El equipo va líder. Y el vestuario es una piña.
Y detrás de los focos, junto a la puerta observando a sus “niños” disfrutar, está Unai. Un tipo sencillo, que sabe lo que quiere, que hace apenas unos años estaba jugando al fútbol y que ahora se está labrando una intachable reputación en los banquillos. El “papá” ideal, fichado por el olvidado Juan Sánchez, para una plantilla que el año pasado era fuente de decepciones, y este año hasta el momento lo está siendo de alegrías. Era lo que hacía falta: un “papá” genial… y unos niños obedientes.
Mola muchísimo tener a un entrenador que se come las "erres", jojo.
Totalmente de acuerdo con tu comentario Paco. Me parece que con Emery nos ha tocado la lotería, un técnico humilde, currante y "enfermo" del fútbol, con hambre de títulos. Da gusto escucharle en las ruedas de prensa, donde suele ser justo y reconoce sus errores, o las entrevistas que le hacen, el otro día le escuché en el Larguero de la cadena ser y estoy convencido de que Unai va a triunfar con el Valencia.
Además, se puede llegar a un vestuario dejando claro quién manda desde el principio, pero de buen rollo y buenas maneras, con esto te ganas a los jugadores. Llegando plan sargento como Koeman, los jugadores están a disgusto y la verdad es que la pasada temporada, por muy mal entrenador que fuera Koeman, los jugadores no es que pusieran mucho de su parte.
Un Saludo.
Antenízate