Articulo

Crónica Espanyol 3 - Valencia 0

No pudo ser.

Ayer asistimos a un partido muy duro para todo valencianista.

Y es que, con los marcadores que venían produciéndose, era un resultado clave. Era el momento exacto de marcharse, junto con el Sevilla, en la lucha por la tercera plaza. Pero nada más lejos de la realidad.

Este resultado negativo resquebraja el objetivo del camino directo a Champions y sitúa a nuestro Valencia inmerso en la vorágine del cuarto puesto. Villarreal y Atlético, incluso Deportivo, aparecen para quitarnos el sueño hasta final de temporada.

La tarde se presentaba incierta en el Lluís Companys. Cruce de rachas positivas y duelo de objetivos dispares. Los de Pochettino más enchufados que nunca y el Valencia metido de lleno en la lucha por el tercer puesto.

Emery repitió la línea de cuatro con Alexis, Albiol, Maduro y Miguel.

Por lo visto, el buen rendimiento de Maduro y la necesidad pública de colocar a Alexis, uno de los puntales para el próximo curso futbolístico, cierran el paso a los laterales “reales” del Valencia.

En el medio Baraja y Marchena. La verdad es que me esperaba un refresco en la creación, véase Edu e incluso Michel, pero no fue así.

Para el resto los habituales salvo la excepción de Joaquín que debía estar mejor que Pablo físicamente.

El partido comenzó con tensión y con el típico miedo a perder que todos los equipos, salvo el Barça, tienen en las últimas jornadas.

El Espanyol comenzó a cerrarse bien atrás y el Valencia tomó la posesión del balón.

Nuestro equipo tenía la pelota pero, entre la falta de frescura y velocidad del centro del campo y el buen hacer defensivo de los pericos, dábamos una y otra vez con ataques romos sin ningún peligro para Kameni.

Mientras, el Espanyol buscaba contras letales por medio de De La Peña, muy suelto durante todo el partido, al más puro estilo Valencia CF. Aunque también es cierto que Iván Alonso y Luís García no son Silva y Villa precisamente.

La primera parte transcurrió bajo estas premisas. Mayor posesión y baja efectividad valencianista, que tuvo alguna llegada pero poco afortunada, y salidas rápidas blanquiazules con el mismo resultado. 0-0

Lo mejor del Valencia estaban siendo los centrales.

Conforme avanzaba la segunda parte, la sensación de que el que marcara primero se iba a llevar el gato al agua cobraba cada vez más fuerza.

Y fueron los de la montaña mágica quienes dieron el golpe. Un balón a la espalda de Miguel acabó en la frontal del área, tras rechace de Maduro, y Roman, que terminaba de entrar al campo, fusiló a la escuadra de César. Minuto 20 de la segunda, 1-0.

Mal pintaban las cosas.
Unai dio paso a Pablo por Joaquín y poco después a Morientes y Vicente que entraron por Baraja y Maduro. El valenciano paso al lateral izquierdo, volviendo Alexis al centro de la defensa, y Silva retraso su posición para la incorporación del Moro al ataque.

El Valencia andaba sin rumbo en el centro del campo y el amontonamiento de efectivos arriba no daba ni mucho menos el fruto esperado. De hecho, el Espanyol tenía mucha más presencia en la zona de creación y no pasaba ningún apuro atrás.

Fue en este momento cuando una falta alejada se transformó en el 2-0 y se acabó el partido. Golazo de Pareja que la colgó en la escuadra derecha de César que tal vez pudo hacer algo más.

En este punto el Valencia se volcó sin peligro pero dejando espacios preciosos para las dolorosas contras espanyolistas. El 3-0 estaba cerca.

César salvó varias ocasiones claras “al muñeco” pero en otro acercamiento, Rufete sacó petróleo de un balón largo que terminó en penalti. Tal vez inexistente.

Nené no se puso nervioso y el balón besó las mallas de nuevo. 3-0. Y final del parido.

Marcador abultado y doloroso para el Valencia que no mereció tal correctivo pero que tampoco mereció mejor suerte de puntos. Un empate a lo sumo.

Un Valencia sin pegada, que ya es difícil, y que acusó una vez más su imposibilidad de mantener la puerta a cero.