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Tino Costa, un "cerebro" de atípica trayectoria

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Al margen de recomendar encarecidamente el perfil que el compañero Joaquín Ballesta (Las Provincias) ha elaborado sobre el argentino, seguro que muchos lectores de elValencianista.com quieren conocer algún detalle más de Alberto Costa, llamado a ser el sucesor de Rubén Baraja. ¡Hazte fan del Tino Costa!

Alberto Facundo Costa, como buen argentino, presume de apodo. El "Tino" posee una trayectoria futbolística peculiar, que arranca como en casi todos los casos en los "potreros" de su barrio, Las Flores (Buenos Aires). En las calles de la capital bonaerense fue forjando sus habilidades balompédicas hasta recalar en La Terraza, un pequeño club donde empezó a tomarse en serio su futuro futbolístico. Sin embargo, mientras que la mayoría de futbolistas argentinos saltan de estos clubes modestos a la cantera de algún equipo importante de Argentina, Costa hizo lo contrario: se marchó bien lejos de casa, con 18 años, a jugar en el Basse-Terre en Guadalupe (isla caribeña que constituye una colonia francesa).

Sin tener todavía contrato profesional, Costa empezó a labrarse una carrera con muchos vaivenes, en la que ha militado en cinco clubes en ocho años. Su primera gran oportunidad le llegó, mediante un contrato semiprofesional, en el Racing de París (temporada 2004-2005). Siempre ligado al fútbol francés, ha pasado por el Pau, el FC Séte y, finalmente, el Montpellier, donde ha militado las últimas dos temporadas.

Allí ha sabido pulir sus cualidades técnicas y tácticas en una liga competitiva como es la Ligue 1. Costa es un "8" clásico, centrocampista ofensivo que ha sabido adaptarse al ritmo de juego europeo, más rápido que el argentino. Uno de sus mayores avales es su técnica, depurada y concentrada en su zurda: posee un toque de balón preciso y, de hecho, los lanzamientos a balón parado son una de sus especialidades. En el Montpellier, Costa era el "jefe" a la hora de botar todas las faltas y corners, por lo que Emery intentará explotar también esta faceta en el conjunto valencianista.

Sin embargo, en el caso del Tino la calidad no está reñida con el sacrificio. Físicamente es un jugador muy competitivo y al que no se le caen los anillos a la hora de apretar los dientes y ayudar a sus compañeros en la parcela ancha. Una cualidad que, en este "nuevo" Valencia en el que las individualidades siempre van a estar puestas al servicio del colectivo, puede ser un factor decisivo a la hora de luchar por hacerse con un puesto en el once titular.

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