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Hoy era el día escogido para zanjar el tema. Esta tarde los jugadores entraban al vestuario con la idea de votar entre todos los jugadores a los capitanes del equipo. De hecho, el propio Emery había dispuesto una urna en la que los jugadores iban a escoger a sus “representantes”. Pero, una vez más, ha saltado la sorpresa cuando los medios averiguaban, una vez comenzado el entrenamiento, que finalmente dicha votación no se ha producido. Por decirlo de forma breve, Unai ha impedido la elección de los capitanes.
Los motivos no están del todo claros. Según se pudo saber entre los distintos medios desplazados a la Ciudad Deportiva de Paterna, parece ser que a Unai Emery no le gustó nada que trascendiera el día y el momento de la elección de los capitanes, pese a que fue el propio Albiol el que lo confirmó ayer en rueda de prensa. Tampoco parece haberle gustado la gran importancia que se le ha dado al tema de la capitanía desde los medios de comunicación: de hecho, la rueda de prensa de Albelda ha sido casi monotemática.
La confusión llegó a alcanzar cotas realmente paroxistas durante el entrenamiento. Antes de la sesión, un rápido sondeo entre los jugadores parecía confirmar que los tres escogidos iban a ser Raúl Albiol, Carlos Marchena y David Villa. Los tres internacionales, los tres titulares, los tres con peso específico en el once titular. De hecho, se llegó a pensar que la votación efectivamente había sido llevada a cabo, más aún cuando pudimos ver como los jugadores manteaban al “Guaje” al inicio de la sesión.
Pero no. Parece que los jugadores querían quitar hierro al asunto, y el manteo de Villa no era más que un intento de confundir a la prensa que obedece a motivos más triviales: desde el vestuario se quiere hacer ver que la elección del capitán no es tan importante, y dar así imagen de unión. No obstante, lo que concluimos después de esta tarde es que aún no hay capitanes escogidos por el vestuario; y que Emery tiene un cabreo monumental. ¿Injustificado o justificado? A veces la culpa no es de la prensa, sino del que no sabe calibrar la importancia de sus decisiones. Emery parece empecinado en enfocar este asunto igual que lo hizo en el Almería, y parece no darse cuenta de que el Valencia es una institución mucho más complicada que las anteriores. Veremos si en los próximos días se soluciona tan espinoso tema.
Alguien debería pararle los pies a Emery. Está demasiado crecidito.
Antenízate