Articulo

Dalport no paga... y Soriano se queda en la estacada

El plazo límite que culminaba ayer por la noche sí que nos permitió hacernos una idea aproximada de por donde irán los tiros en las próximas semanas. Y es que el impago de las cantidades a Vicente Alegre, Jose Peris Frígola, Carlo Cicchella, Arturo Tuzón y Vicente Cuquerella supone una concatenación de incumplimientos en los respectivos contratos de compraventa. Contratos, en plural. “La Taula Esportiva” de Radio Nou reveló la existencia de tres modelos de contrato: el de los pequeños accionistas que vendieron a Vicente Silla; el de Silla, que vendía sus acciones a Vicente Soriano; y el de Soriano, que ante notario firmó la venta de sus títulos a Inversiones Dalport SA el pasado 4 de julio. Una cadena de relaciones contractuales que empezó a romperse ayer a medianoche.

Silla incumplió su obligación de pagar entre seis y siete millones de euros a los accionistas, que mediante una cláusula resolutoria en los contratos deberían haber recuperado desde las 00:00 horas de hoy sus títulos. Algo imposible a día de hoy, ya que Vicente Silla ya cedió el control de las acciones a Soriano, y este a su vez lo había hecho con Dalport. Precisamente el expresidente trataba en las últimas horas de que la empresa con sede en Uruguay se hiciese cargo del pago; mientras, Dalport respondía con evasivas dado que no tenía obligación de abonar nada a Soriano… hasta principios de octubre. Efectivamente: la cláusula “salvavidas” de los pequeños accionistas de ayer 30 de julio con respecto a Silla y Soriano, no fue empleada por el empresario de Puçol a la hora de firmar el contrato de compraventa con Inversiones Dalport.

Vicente Soriano queda de este modo en una posición delicada, sin poder recuperar el control de las acciones que vendió a Dalport (que tiene hasta principios del mes de octubre para pagar) mientras tiene que enfrentarse a posibles acciones legales por parte de los pequeños accionistas. Algunos de ellos, de hecho, habían reconocido hace un par de días estar dispuestos a suscribir sus acciones en la ampliación de capital hoy mismo en caso de no cobrar a última hora del jueves, una acción que no pueden llevar a cabo al haber inscrito Dalport sus títulos como propios en el registro de acciones del club. Un movimiento del que fue responsable el exsecretario del Consejo, Pepe Pastor, que fue llevado a cabo el mismo sábado 4 de julio en la notaría de Rueda y que constituyó uno de los motivos principales para la dimisión “forzada” de Pastor días después.

Mientras, desde la barrera, Juan Soler espera con paciencia a que Dalport le abone las cantidades que le adeuda, ya que él fue el que firmó el contrato de compraventa de su 37% accionarial a nivel particular con Inversiones Dalport el pasado 4 de julio. En principio, la empresa uruguaya deberá afrontar el vencimiento de los plazos los próximos meses de octubre, noviembre y diciembre. Soler exige cobrar con pagarés avalados bancariamente por una entidad de reconocida solvencia y prestigio, como es el Banco Santander, que en la última semana se ha negado en varias ocasiones a respaldar a Dalport al considerar que no presenta garantías suficientes.

Por lo tanto, el asunto pinta feo para Vicente Silla, para Dalport… y especialmente para Vicente Soriano, que se ha quedado en la estacada. Varios expertos en derecho mercantil reconocieron ayer a Canal Nou Televisión Valenciana que existe un alto porcentaje de posibilidades de que toda esta situación termine “en los tribunales”, con respectivas denuncias por estafa durante el cambio de manos del 50,3% accionarial que ayer Dalport aseguraba en su comunicado poseer de forma legítima. Una circunstancia gravísima que puede poner en serio peligro la buena marcha de la ampliación de capital que se está llevando a cabo en el Valencia CF.