Articulo

Los interesados toman posiciones de cara a la ampliación de capital

Primer asunto: Juan Soler. Las Provincias Punto Radio avanzó el pasado viernes una información muy interesante referente al máximo accionista y a Javier Gómez, actual consejero delegado del club. Según esta emisora, Soler y Gómez habían llegado hace unos días a un acuerdo según el cual Soler delegaba su 37% del capital social del club en manos de Gómez, para que este lo utilizase de la manera más conveniente en la Junta y pudiese aprobarse la ampliación de capital de 92 millones de euros.

Dicha transacción de poderes debería haberse llevado a cabo el pasado lunes 11 de mayo… pero a última hora, Juan Soler cambió de decisión y se echó atrás. El máximo accionista sigue en posesión de sus títulos, y ha dejado a Javier Gómez con un enfado monumental.

La otra noticia seguro que la conocísteis ayer: uno de los consejeros del Valencia, Pepe García Roig, acudió a la sede de Bancaja a mediodía. De la misma salió unos minutos después, tras haber depositado de su bolsillo casi 14.000 euros en concepto de pago por 290 acciones.

Sí, habéis leído bien: pese a que la ampliación de capital todavía no se ha aprobado (debería hacerse el 6 de junio), Roig y otros pequeños accionistas se han acogido al artículo 132.1 del reglamento de registro mercantil, que permite hacer un desembolso anticipado para la adquisición de títulos. El consejero afirmó que llevó a cabo esta compra “para que la gente se conciencie de que la ampliación de capital tiene que ser un éxito. El objetivo es que los accionistas se impliquen porque es muy importante para el club”.

El último tema ha tenido lugar este mismo mediodía, cuando la Agencia EFE hacía público un comunicado de Andrés Sanchis, abogado representante de un grupo de accionistas del Valencia CF “de nacionalidad mixta”, anunciando que dichos accionistas asumirán la compra de las acciones que no se adquieran en primera ronda, o en su caso, aquellas que resulten disponibles. Todo con el objetivo de “asegurar la viabilidad” de la ampliación de capital, ya que si no se suscriben en su totalidad los 92 millones de euros, no saldría adelante.

No obstante, esta información debe tomarse con cautela, ya que los antecedentes de Sanchís no son demasiado halagüeños: él fue quien, a título particular, decidió demandar al árbitro Tristante Oliva en febrero de 2004 debido al penalti pitado a Marchena sobre Raúl (el trístemente célebre “Ushiro-Nage”).