Articulo

Así jugaron los ocho debutantes ante el ADO Den Haag

Miguel Ángel Moyá (portero): Tuvo el dudoso honor de recibir el primer gol en contra en esta temporada 2009-2010. El mallorquín realizó una intervención soberbia a un disparo lejano que despejó a córner, y poco pudo hacer para evitar el tanto del conjunto holandés. Estuvo más que correcto.

Bruno Saltor (lateral derecho): Fue un muro por la derecha, anticipándose en la mayoría de ocasiones a su par y subiendo la banda en numerosas ocasiones. Se bastó en solitario para defender su parcela de terreno, ya que el joven Olcina apenas le hizo ayudas en tareas defensivas.

Jeremy Mathieu (lateral izquierdo): El “expresso francés” realizó un par de cabalgadas destacables hasta la línea de fondo por la banda izquierda, dando muestras de su podería físico y su calidad técnica. Los centros que colgó al área no encontraron rematador. En defensa, cumplió.

Ángel Dealbert (central): Formó en la pareja de centrales con el más experimentado David Navarro, y consiguieron dejar la portería a cero en la segunda mitad. Fue bien por alto, y apenas tuvo problemas con los delanteros rivales. Sacó, junto a su compañero en la zaga, un balón en boca de gol.

Nacho González (mediapunta): Hasta su expulsión, el mejor del partido. Actuó como enganche, se asoció bien con sus compañeros en la delantera y dio un punto de velocidad extra al esférico cuando llegaba a sus pies. El uruguayo marcó de cabeza el primer gol de la pretemporada. Minutos después, mantuvo un intercambio verbal con Van der Bergh, que derivó en una escaramuza entre ambos que les valió la roja directa. Primer gol de la pretemporada… y primer expulsado, algo que no gustó nada a Emery.

Daniel Olcina (interior derecho): Quizá fue el futbolista que menos incidencia tuvo sobre el juego del equipo. El canterano, escorado en el interior derecho en la primera mitad, apenas tuvo oportunidades de demostrar su valía.

Nicolás Fedor “Miku” (delantero centro): Se movió con criterio en la delantera, pero apenas tuvo opciones de marcar. La mejor llegó tras fabricarse una gran jugada individual, con un slalom entre los centrales que trató de finalizar con una vaselina sobre el portero que se quedó algo corta y acabó siendo rechazada.

Jordi Alba (interior izquierdo): Formó una pareja explosiva junto a Míchel en la segunda parte. Se movió siempre en diagonales, desde la izquierda hacia el centro, y trató siempre de jugar el balón a uno o dos toques, sin descartar la conducción de balón en velocidad. Marcó un golazo con el interior de su zurda, colocando el balón en la escuadra opuesta de la portería rival.