Articulo

Al Valencia se le atragantan las rotaciones de Unai

Porque Unai podrá tener muchos puntos a favor, pero es cabezón como él sólo. Dado que los once cambios de la primera jornada de la Europa League salieron “rana”, el vasco cambió “sólo” la mitad ante el Génova y el resultado fue favorable. Ayer trató de ir un poquito más allá: siete cambios en el once inicial ante un Slavia que llegaba a Valencia como el colista destacado del grupo. Y de nuevo el vasco se la volvió a pegar: el equipo “regaló” la primera mitad a un conjunto, el checo, que pese a los pocos mimbres de los que dispone tiene las ideas cristalinas. El gol es una muestra perfecta de esto: internada por la izquierda de Hlousek, que deja a Miguel en evidencia y centra para que Naumov remate a bocajarro. 0-1 e incredulidad en la grada de Mestalla.

Una grada que, todo sea dicho, ayer no estuvo con el equipo. Algún día reflexionaremos sobre si los aficionados del Valencia son algo “meninfots” en este sentido, capaces de llenar el estadio ante el Barcelona y dejar al equipo más sólo que la una en un partido entre semana. El Slavia y la Europa League no serán alicientes demasiado atractivos… pero estos es Europa. Y antes, en competición europea, la gente respondía.

En la segunda mitad el equipo demostró otra actitud, más ambición y ganas de agradar. Los no habituales intentaron dar un paso al frente, pese a que no todos lo consiguieron (Alexis o Moyà siguen estando demasiado inseguros). Sí que se encargó de poner justicia en el marcador un David Navarro que sigue asentándose en el centro de la defensa y que es, hoy por hoy, titular indiscutible junto a Dealbert. El de El Puerto de Sagunto consiguió de inapelable testarazo su primer gol oficial tras su regreso al Valencia este verano.

De ahí al final, los despropósitos se amontonaron unos sobre otros. Villa, demasiado acelerado desde el momento en que reapareció tras su lesión, fue expulsado (de forma bastante rigurosa y con “teatro” del futbolista checo, todo hay que decirlo) por el colegiado cuando el conjunto ché jugaba con un futbolista más. La marcha del “Guaje” restó potencial y mordiente a un Valencia que apretaba en los últimos minutos con el objetivo de arreglar el estropicio de la primera parte. Pero entre los palos, el portero rival y el buen entramado defensivo del Slavia consiguieron abortar las oportunidades blanquinegras. Ya lo dijo Llorente tras el partido: el Valencia se ha complicado la vida sin necesidad. Esperemos que técnico y futbolistas tomen nota.