Articulo

Suecia 1958

Brasil campeon.

Faltando cuatro meses para el inicio del Mundial, en febrero del ´58, se estrelló en Munich, un avión que transportaba al equipo campeón de Inglaterra, Manchester United, donde ocho futbolistas murieron y esa fue una notable baja del seleccionado inglés en el Mundial.
6 de febrero de 1958: La acumulación de hielo en las alas hizo que el avión que llevaba al Manchester United no cobrara suficiente altura y se estrellara al despegar en el aeropuerto de Munich. Luego de dos intentos fallidos de despegue, en el tercero, la aeronave se estrello contra el borde de la pista.
Volvían de clasificarse para los cuartos de final de la Copa de Europa, frente al Estrella Roja de Belgrado.
Fallecieron Roger Byrne, Geoff Bent, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor y Billy Whelan. Duncan Edwards sobrevivió sólo dos semanas, Johnny Berry y Jackie Blanchflower también salieron con vida, pero debieron abandonar el fútbol como resultado del accidente.
Con más fortuna, salvaron la vida Bobby Charlton, Billy Foulkes, Harry Gregg, Ken Morgan y Dennis Viollet y el entrenador Matt Busby.

Participaron de este mundial doce equipos europeos y cuatro de América.
Fue el primer mundial que un país ganó la copa en otro continente que no sea el suyo, 44 años después repetiría el seleccionado carioca en Corea – Japón 2002. Brasil de la mano de dos desfachatados, llamados Pelé y Garrincha, comenzaron a escribir la historia grande del fútbol brasileño.
En sus eliminatorias, el sexto torneo, convocó a cincuenta y tres países (todo un récord para aquellos tiempos), entre los que se encontraba Argentina (quien se había ausentado desde el ´34) y la Unión Soviética, en su primera participación desde su ingreso a la F.I.F.A. en 1946.
Se inscribieron 52 países pero por problemas raciales y políticos se retiraron más tarde: China Nacionalista, Indonesia, Egipto, Sudán y Turquía.
Suecia contaba con varios factores que la hacían ser la sede ideal para organizar un Mundial por esos años: había sido neutral durante la segunda guerra, por lo tanto no había sufrido consecuencias y además contaba con doce estadios de primer nivel para ser utilizados.
Irlanda del Norte, uno de los clasificados para disputar el Mundial de Suecia 1958, le realizaron una curiosa petición a la FIFA, no jugar al fútbol los días domingo por una cuestión religiosa.
La FIFA respondió que un cambio de esa naturaleza obligaría a modificar todo el calendario y por consiguiente que no estaban dispuestos a hacerlo.
Luego de meditarlo durante varios días, los irlandeses encontraron una solución muy ingeniosa, la prohibición de jugar al fútbol regía en Irlanda, no en Suecia, entonces, con la conciencia tranquila jugaron sin más peros.

Gales había disputado las eliminatorias para el Mundial de Suecia y no logró clasificar, pero el destino le deparó otra oportunidad.
África y Asia se disputaban una sola plaza para el torneo, se conformó un cuadrangular entre Israel, Egipto, Indonesia y Sudán, pero finalmente los últimos tres países se negaron a jugar contra los del Estado judío aduciendo motivos políticos.
Cuando los israelíes pensaron que la clasificación para el torneo se realizaría de forma directa, pero la comisión directiva de la F.I.F.A. les comunicó que según el reglamento, todos los países participantes deben disputar al menos un partido eliminatorio para acceder al torneo, excepto claro está el último campeón y el anfitrión que clasifican directamente.
Entonces, la F.I.F.A. le dio la oportunidad a Italia y a Uruguay, ambos países bicampeones del mundo que se negaron a participar en éste nuevo y curioso repechaje. El que aceptó la nueva chance fue Gales, y no la desperdició, ganó los dos partidos y de esa forma clasificó para la Copa del Mundo.

El seleccionado que se encontró diezmado fue el de Hungría, el cual había sido subcampeón el mundial anterior, pero debido a una nueva invasión soviética a Budapest (su capital) en 1956, sus jugadores se dispersaron por los distintos países profesionales de Europa,como el gran Puskas,que consiguio sacar a su familia y luego disfrazado de soldado sovietico se metio en un camion militar con destino a la frontera,donde saltando del camion hechó a correr bajo las balas disparadas por los soldados rojos y logró asi cruzar la frontera y reunirse con su familia.
La seleccion sovietica tambien tuvo sus desmadres: Eduard Anatolevic Strelzov, una las figuras mas promisorias del fútbol soviético no fue de la partida en éste campeonato mundial por un pequeño problemita, el cable que aquí transcribimos lo detalla a la perfección.
“Bonn, 20 (Abril). – A los perplejos aficionados al fútbol se dio una posible explicación de por que el famoso jugador soviético Eduard Strelzov, fue excluido del equipo. Turistas alemanes que regresaron de la Unión Soviética, dicen haber oído que Strelzov, el gran centrodelantero de 20 años, fue encarcelado por “cuestiones de polleras”, nada menos que con una niña que es hija de un viceministro soviético. Ya desde hace algún tiempo se tenían noticias acerca de la vida alegre de éste futbolista, que determinó la prohibición de utilizar el título que se le había conferido de “Maestro soviético de deporte”, como también su exclusión del seleccionado, causa a la que se atribuye en mucho el fracaso del equipo soviético en Suecia”.
El joven centrodelantero fue condenado a doce años de cárcel, y como bien dice el refrán: “…tiran mas que dos carretas”.

El sorteo emparejo a los equipos participantes de la siguiente forma;
Grupo A: Alemania Federal , Irlanda del Norte,Checoslovaquia,Argentina.
Grupo B: Francia,Yugoslavia,Paraguay,Escocia.
Grupo C: Suecia,Hungria,Gales,Mexico.
Grupo d: Brasil,Union Sovietica,Inglaterra,Austria.

Una de las injusticias más recordadas de los Mundiales, fue la ocurrida en el partido disputado el 11 de Junio en Halsingborg, por la primera ronda, donde se enfrentaban los seleccionados de Alemania Federal y Checoslovaquia, donde ganaban los últimos por dos tantos contra cero hasta que a los catorce minutos del segundo tiempo, luego de un remate de el mediocampista alemán Helmut Rahn que contuvo firmemente el arquero checo Dolejsi, es cargado por el germánico Schafer, logrando que el guardameta caiga dentro del arco pero con sus manos atenazando la pelota fuera de la línea de gol, la cual en ningún momento fue atravesada por el esférico.
Sin embargo el árbitro inglés, Arthur Ellis convalidó el gol ilegítimo. Diez minutos más tarde, Rahn empataría el partido y los checoslovacos quedarían eliminados al partido siguiente a pesar de derrotar a la Argentina por 6 a 1.

En el mundial del ´58 la selección brasileña, comandada por el presidente de la Confederación brasileña de Deportes, Joao Havelange, comenzó de forma irregular hasta que los cariocas empataron sin goles contra Inglaterra, el 11 de Junio en Goteborg, en el segundo partido de la primera ronda, resultado que ponía en serio peligro la clasificación.
Entonces varios de sus jugadores, entre ellos su capitán Luiz Bellini, Didí, pero especialmente Nilson Santos, instantes antes del partido contra los soviéticos, le pudieron imponer al director técnico, Vicente Italo Feola la formación inicial de cada partido, “si juegan ellos ganamos la Copa del Mundo, si no juegan, no jugamos nosotros”, dijo Santos a Feola, quién aceptó el expreso pedido de sus dirigidos diciendo: “Yo formaré el equipo que ustedes quieren, porque son ustedes los que van a ganar o perder”.

Los jugadores pedían los reemplazos de Dino Sarli por Zito, Altafini por Vavá (Edvaldo Izidio Neto), De Sordi por Djalma Santos y el ingreso de Pelé y de Garrincha. De esa forma pasaron a ser titulares cinco suplentes.
Garrincha y Pelé eran suplentes negros de jugadores blancos. Cuando los grandes se las vieron feas, amenazaron al entrenador, también blanco, para que haga ingresar a los negros. Incluso se sabe que durante el torneo, Pelé ganaba en su club, la modesta suma de 15 dólares mensuales, el salario mas bajo del plantel.
Luego del primer partido disputado por el seleccionado carioca, el periodista Pedro Escartín vaticinó en el diario “El Pueblo” de Madrid: “Brasil no podrá ganar el campeonato por la indisciplina de sus jugadores”. Un visionario. Luego de que el técnico carioca realizó los cambios en el plantel, que “amablemente” sugirieron los futbolistas cariocas más experimentados, Brasil derrotó a la Unión Soviética por 2 a 0 con un fútbol de alto vuelo comandado por Pele y Garrincha.
El entrenado soviético, Gavriel Katchalin, declaró: “No puedo creer que lo que vimos ésta tarde sea fútbol. Jamás había visto un fútbol tan hermoso en mi vida”.
Mientras que el capitán de la URSS, Igor Netto, dijo: “Todavía sigo asombrado por el juego de los brasileños. No es fútbol. Debería buscarse otra palabra para definirlo con mayor exactitud”.

Una de las frases celebres pronunciadas antes del mundial ;“El fútbol argentino no necesita de los jugadores que están en el exterior” (Raúl Colombo, presidente de la AFA, en 1958 durante la preparación de la Selección que jugó el Mundial de Suecia. Argentina quedó eliminada en la primera serie tras perder con Checoslovaquia 6 a 1).
Los tres únicos partidos que disputó la selección argentina, fueron los siguientes: primero derrota contra Alemania por tres a uno el 8 de junio, luego, tres días más tarde una victoria contra Irlanda del Norte por el mismo resultado y su despedida, 15 de junio, frente a Checoslovaquia en un catastrófico seis a uno en contra.
Sobre el enfrentamiento en su partido inaugural, el arquero argentino, Amadeo Carrizo, recuerda: “Para colmo a los dos minutos de empezar el partido contra Alemania, que creíamos que podía ser una final anticipada, Corbatta hizo un gol y nos relajamos aún más. Pensábamos que, con el antecedente reciente del Sudamericano del ´57 en Lima, donde les ganamos a todos, el mundial iba a ser coser y cantar. Que equivocados estábamos, la que se nos vino… No se que pasó. Yo no estuve bien. Había buenos jugadores en el equipo argentino, pero no anduvimos.
Llegábamos casi sin fogueo internacional de alto nivel, contra equipos europeos. Teníamos partidos amistosos contra los países vecinos, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia… La diferencia básica con los europeos fue en cuanto al estado atlético, en ese aspecto, ellos nos pasaron por encima”.
Luego de la derrota frente a Alemania, el defensor argentino José Ramos Delgado, recuerda que recién ahí se dieron cuenta que jugar frente a los europeos no sería tan fácil como lo habían pensado.

La eliminación de la selección argentina, dicen, que comenzó en el mismo instante en que partió el equipo rumbo a Suecia. La desorganización llegó a tal extremo que únicamente llevaron un juego de camisetas, con lo cual, en el partido inaugural, luego de perder el sorteo por las casacas, debieron pedirle prestadas unas camisetas amarillas a un club local. Tampoco tenían ropa para entrenarse, ni lugar para hacerlo.
El capitán de aquel seleccionado, Pedro Dellacha, recuerda lo ocurrido: “Lo que hubo fue una falta de responsabilidad en algunos muchachos. Tal vez porque no comprendían la verdadera importancia de un Mundial. Para ellos era lo mismo que jugar un partido en Buenos Aires. La verdad es que no hubo disciplina en ningún momento del torneo”.
José Francisco Sanfilippo recuerda otra anécdota sobre la desorganización nacional: “…el periodismo le armaba el equipo al técnico y no conocíamos el color de la camiseta de los rivales”.
Convencidos de que en Argentina se jugaba el mejor fútbol del mundo, la preparación en vistas al mundial fue más que escasa, tres partidos amistosos frente a Paraguay, Uruguay y el club Colo Colo de Chile.
En la A.F.A. dudaron seriamente sobre si convenía mandar a la selección al Mundial o no, debido a que les costaría un total de tres millones de pesos de aquella época entre pasajes, estadías, sueldos y las primas de los jugadores que eran cedidos por sus respectivos sueldos.
Incluso aparecieron inconvenientes a la hora de regresar a la Argentina, como lo recuerda el delantero José Francisco Sanfilippo: “Yo había llevado 5.500 dólares que me dio un amigo para comprarle algunas cosas. Como no las conseguí, me quedé con el dinero. Colombo, presidente de la A.F.A. por aquél entonces, lo sabía y me lo pidió para pagar los boletos de regreso. Ya en Buenos Aires, me quisieron cobrar 5.000 pesos de multa por mi falta de contracción a los entrenamientos y suspenderme para jugar. Amenacé con denunciar lo de los pasajes. Al final no me suspendieron ni me multaron, pero la plata me la devolvieron a los seis meses”.
El seleccionado argentino recibió de parte de su par checoslovaco la más catastrófica de las derrotas en su historia en los Mundiales, cayó por 6 a 1 y fue eliminada del torneo, aquí transcribimos algunas notas sobre la eliminación gaucha a manos checas:
El diario “Sydsvenka Dagbladet” de Suecia publicó: “…En todo caso lo que más puede decirse es que los defensores argentinos hicieron el juego de los pollitos. Se interpusieron siempre en el camino de los delanteros rivales, pero sin coordinar un sistema defensivo…".
Por otro lado en el periódico sueco “Halsingborgh” se pudo leer: “…Resulta muy difícil creer que los argentinos son campeones sudamericanos…”.
Por último el “Dagens Nyheter”, diario de la misma nacionalidad que los anteriores expuso lo siguiente: “…En realidad el equipo argentino demostró no tener defensa…”.
Después de hacer un papel lamentable en el mundial de Suecia, (muchos le atribuyen la mal actuación al aislamiento que sufrió Argentina, ya que su última participación en un Mundial fue en Italia ´34 con un equipo amateur y a que en ese largo período la selección nacional enfrentó únicamente en once oportunidades a equipos europeos) la selección argentina arribó al aeropuerto internacional de Ezeiza, pero para sorpresa del cuerpo técnico y de sus dirigidos a su llegada no los estaban esperando los periodistas únicamente, sino que también cientos de hinchas furiosos que los acusaban de “vendepatrias”, los insultaban, los silbaban y les arrojaron monedas por el mal desempeño en la Copa.
“…En esa época, a los jugadores no les daba prestigio integrar la selección, porque para la gente era mucho más importante el torneo local… Pero algunos periodistas que estaban allá – recuerda Amadeo Carrizo – pidieron que la gente nos vaya a recibir con palos y piedras a Ezeiza. El avión tuvo que bajar en una chacra en monte Grande para que no nos matasen.
Durante los siguientes tres o cuatro años debí aguantar que todas las hinchadas me gritaran, desde “vendepatria” hasta “traidor”…Me pintaron el frente de la casa, me gritaban barbaridades por la calle, fue el peor momento…Fue muy duro poder sobrellevarlo. Ninguno de nosotros cobró un peso, perdimos mucho prestigio, sufrimos como todos los hinchas, y encima nos atacaban desde todos lados…”.
Tan duras fueron las críticas realizadas a la selección que no solo cayeron sobre los jugadores, sinó que incluso, hicieron temblar la permanencia de Raúl Colombo, quién era presidente de la A.F.A. por ese entonces y se encontraba vinculado estrechamente al que era presidente de la nación, Arturo Frondizi. Años más tarde recordaría el delantero Ángel Amadeo Labruna, quien contaba con treinta y nueve años de edad, cuando disputó aquel Mundial y formó parte del plantel suplantando a Roberto Zárate, el cual tuvo la desgracia (o no tanto viendo los resultados finales) de lesionarse días después de llegar a Suecia: “Fuimos con los ojos vendados, completamente a ciegas porque no estábamos preparados, ni física ni técnicamente, para afrontar tres partidos en una semana…”. Labruna llegó a Suecia tan sobre la fecha que debió ver el partido contra Alemania desde la tribuna.
Asimismo, el capitán de aquella selección, Pedro Dellacha, expresaba: “Nosotros estábamos acostumbrados a jugar solamente los domingos y a entrenar martes y jueves. Esa fue la causa de nuestro fracaso. Pagamos el precio de creer que con lo que teníamos nos alcanzaba para bailar a los europeos…”.
“El Nene” Sanfilippo lo recuerda con una sonrisa: “Lo del Mundial del ´58 fue lógico. Desde el ´30 que no íbamos a los Mundiales y lo pagamos nosotros. No conocíamos a los rivales. Veíamos a los checoslovacos y pensábamos que les íbamos a meter catorce goles. El número siete de ellos era más grandote que Amadeo Carrizo, parecía torpe y nos causaba risa. Nos hizo tres”.
“Hemos aprendido mucho en éste mundial. – declaraba el entrenador argentino Stábile – Cuando volvamos a la Argentina, tendremos que alterar nuestros planes si queremos vencer a los europeos”.
En su memoria de ese año, la A.F.A. asumió culpas: “El Consejo Directivo que finaliza su mandato y que tuvo la responsabilidad de la conducción en este amargo trance, ni la rehuye, ni la distribuye. Señala, solamente, que una superioridad no demostrada acabadamente alentaba a todos. Los hechos evidenciaron la necesidad de rectificar conceptos, modificar sistemas y adecuar la marcha al ritmo que fijan nuevas concepciones sobre el fútbol”.
Durante algún tiempo se comentó que las suecas hicieron las delicias de todos los futbolistas sudamericanos, y que ese era uno de los motivos por el cual la selección argentina no rindió como se le esperaba. Un cable desmentía rotundamente ese trascendido: “Halmstad, 11, (UPI). – El presidente de la delegación argentina, Raúl Colombo, desmintió hay categóricamente los rumores relacionados con la conducta observada por los integrantes del equipo argentino en sus horas libres. Declaró que le habían informado que algunos diarios argentinos habían dicho que la delegación argentina solicitó protección policial, porque muchachas suecas invadieron la concentración”.
Por otro lado en la revista “Américas” de Brasil, el periodista Fernando Alegría escribió el siguiente texto: “…El lugar de concentración de los brasileños se convirtió en una importante fortaleza contra el asedio de rubias amazonas que, desilusionadas por tanta oposición, buscaron predios más fáciles en otro equipo latinoamericano y escalaron día a día, o más bien noche a noche, los balcones prohibidos. Éste equipo sufrió una derrotas apocalípticas en las canchas…”.
La selección brasileña, que resultaría finalmente la campeona del mundo, llegó a la sede de la copa en un avión particular y realizaron una gira previa por Europa, mientras que los argentinos lo hicieron en un vuelo de línea, que duró más de cuarenta horas, y ni siquiera viajaron en primera clase.

Entre los cambios que haría Brasil en vistas a su tercer partido de la primera rueda, ingresaría un joven que era excluido por su inexperiencia, llamado Edson Arantes Do Nascimento, pero mas conocido como Pelé, ya que su madre cada vez que lo veía jugando al fútbol le decía que si no estudiaba iba a terminar siendo un “Pelé”, que en portugués quiere decir un “Don Nadie”.
Con el tiempo Pelé se convertiría en el mejor jugador de fútbol, hasta el desembarco de Diego Armando Maradona y hasta fue elegido como el deportista brasileño del siglo pasado.
Sería en el club Santos de Brasil donde brillaría por años. Cuando era un adolescente nadie sospechaba hasta donde podría llegar aquel morocho flaquito, tanto es así que en una oportunidad, en 1957, el Porto Alegre, le pidió al club santista referencias sobre sus delanteros, éstos les enviaron las carpetas de Pagao (un jugador que estaba cerca del retiro futbolístico) y de Pelé. Días más tarde el mismo presidente del Porto Alegre envió un telegrama que decía: “Pelé no interesa. Desconocido. Manden a Pagao”, actualmente dicho telegrama se encuentra enmarcado y decorando una de as paredes principales del Santos.
Pelé no jugó desde el principio ésta Copa del Mundo porque además de inexperiencia, tenía una seria lesión en su rodilla, la cual le impedía aguantar un entrenamiento normal, y que incluso casi lo deja afuera del Mundial.
Con respecto a su experiencia personal en Suecia, Pelé recordaría años después que al acercársele pequeños niños suecos: “me pedían autógrafos, me pasaban la mano por la cara y la olían admirados de que no estuviera teñido”.
Otro era un muchacho que jugaría por primera vez en un Mundial era Manoel Francisco Dos Santos “Mané” Garrincha, también llamado “la alegría del pueblo” o “el Chaplin del fútbol”, de quien cuentan que debutó sexualmente con una cabra a los doce años y que su madre era en realidad una de sus hermanas violada por su padre Amaro.
Mané era analfabeto y alcohólico, reconoció sólo a nueve de los treinta y seis hijos que tuvo, que contaba con algo mas de experiencia futbolística que Pelé, pero sus estudios psicotécnicos, que le fueron realizados a todos los integrantes del plantel, le habían diagnosticado “debilidad mental” y el psicólogo del equipo, el profesor Joao de Carvalahaes aconsejaba mandar de regreso a Garrincha por considerado un disminuido mental, “un tipo de mentalidad simple, no apta para desenvolverse en un juego colectivo” y a Pelé por ser un niño con pie plano.
Garrincha llevaba el apodo de un pájaro brasileño, un ave vulgar, que vuela a gran velocidad pero que es cazada con gran facilidad por su torpeza, el sobrenombre fue puesto por uno de sus doce hermanos, ya que consideraba que Mané era libre, puro y feo como aquél ave.
Su infancia se vio entristecida debido a una poliomielitis que le torció las piernas y a padecer una marcada desviación en su columna vertebral, también contaba con algunos defectos en los pies y tenía una pierna más corta que la otra, todos éstos problemas físicos hicieron suponer que éste “garoto” jamás podría llegar a practicar ningún deporte, más aún si a eso le sumamos su adicción al cigarrillo desde los diez años.
Incluso cuando fue a hacer una prueba para ingresar al Vasco da Gama, el técnico se negó a probarlo con el resto de los jugadores diciendo: “Ya nos mandan hasta tullidos”.
Cuenta Nilson Santos que cuando con tan sólo diecinueve años de edad llegó a probarse como jugador de fútbol al club Botafogo de Río de Janeiro, en la primera pelota que tocó desparramó a dos defensores y le hizo dos caños consecutivos al propio Santos, quién viendo la increíble habilidad del joven le pidió al entrenador que lo contraten en el acto.
Tanto era su dominio de balón que fue el inspirador del taurino grito de OLE, cuando dejaba desairado a su marcador de turno.
Cuando le preguntaban si sabía quién lo iba a marcar, él siempre respondía Joao, lo que sus compañeros nunca pudieron saber es que si Joao significaba que no le daba importancia a su marcador o si lo decía en referencia al psicólogo Joao de Carvalahaes, quien lo quería dejar afuera del Mundial.
Un día en la concentración brasileña irrumpió Garrincha con una nueva adquisición, una radio a transistores, muy moderna e increíblemente costosa, más de cien dólares.
Por tal compra todos sus compañeros lo felicitaron, excepto Mario Américo, el masajista de la selección, quien lo apartó y le dijo que había hecho un mal negocio, abusando de su inocencia e ignorancia le dijo que ese aparato no le iba a servir en Brasil ya que solamente transmitía en sueco.
Con gran ingenuidad, Garrincha prendió la radio y constató lo que decía el masajista, en todas las estaciones radiales, los locutores hablaban el idioma escandinavo.
Luego de maldecir e insultar al vendedor del aparato, le cedió el radiotransmisor al masajista por cuarenta dólares y la promesa de que nadie se enteraría que Mané había pagado más de cien dólares por eso.
En la previa de uno de los partidos del Mundial, el entrenador carioca, Vicente Feola, les daba claras indicaciones a sus dirigidos sobre lo que debían hacer durante el cotejo para poder lograr la victoria sin sobresaltos.
Cuando finalizó la charla técnica, el DT le preguntó a Garrincha si había entendido las instrucciones, a lo que el delantero le respondió: “¿usted ya se puso de acuerdo con los rivales para dejarnos hacer todo eso?”.
La selección de Brasil fue acompañada por dieciocho periodistas radiales, el mayor número hasta ese momento y por un dentista, Mario Drigo, el cual tuvo que extraer sesenta y dos dientes entre los jugadores del plantel.
Para la semifinal que debieron disputar los seleccionados de Francia y Brasil el 24 de Junio en Goteborg, el diario francés “L´Equipe”, fletó un avión con las esposas de los jugadores de la selección europea. Lamentablemente para las mujeres, su estadía en Suecia fue muy corta, ya que sus maridos fueron derrotados categóricamente por los sudamericanos por cinco tantos contra dos.
El partido lo comenzó ganado Brasil con un gol tempranero al minuto de comenzado el cotejo convertido por Vavá, pero siete minutos más tarde, el que sería el goleador del torneo, Just Fontaine, consigue empatar rápidamente el encuentro.
Pero curiosamente la pelota fue sacada del fondo del arco por el joven Pelé, quien con el esférico bajo su brazo derecho la condujo hasta el medio de cancha, mientras hablaba y hacía planes con Didí. Quién luego convirtió el segundo gol de su selección, mientras que los otros tres los señaló el mulato de poca experiencia, o sea Edson Arantes do Nascimento.
Durante el transcurso del primer tiempo, más precisamente a los 35 minutos del primer tiempo, el defensor francés Jonquet, fue retirado del campo de juego lesionado.
Pero luego de una rápida revisión médica regresó al campo de juego con gran dolor. Luego de finalizar el cotejo se descubrió que Jonquet había jugado casi una hora con el peroné fracturado.
Luego de finalizado el encuentro, el arquero francés Claude Abbes confesó: “Prefiero jugar contra diez alemanes que contra un brasileño”.

Nunca se la dió mayor importancia al partido para definir el tercer y cuarto puesto, mucho menos en aquellos años, donde era habitual que dicho cotejo lo disputaran los jugadores suplentes, aunque en éste caso pasó algo particular.
El partido por el tercer puesto lo debían jugar los seleccionados de Francia y de Alemania, como era usual, los suplentes galos le pidieron al entrenador disputar el cotejo por la medalla de bronce.
Pero el director técnico, con algún resquemor de la segunda guerra mundial en la cabeza, optó por poner el mejor equipo y el resultado le dio la razón, 6 a 3 triunfaron los franceses.

La final del mundo comenzaba con un resultado inesperado al menos para los brasileños, ya que a los tres minutos de comenzado el partido, el seleccionado sueco se encontraba ganando 1 a 0.
Cuando el joven Pele, de tan solo 17 años de edad por ese entonces, con un notable desánimo marcado en el rostro se disponía a sacar desde la mitad de la cancha, se le acercó su compañero del Santos de Brasil y le dijo proféticamente: “tranquilo garoto, faltan 86 minutos y seremos campeones”.

Como es sabido, la final la ganó Brasil por 5 a 2, pero pocos saben que como el último gol carioca fue convertido por Pele a los 89 minutos, en el tablero del estadio no anotaron el quinto tanto por considerar que fue concretado fuera de término.
La confusión se debió a que el juez en lugar de poner la pelota en el centro del campo para continuar el partido, inmediatamente después del gol, tomó la pelota en sus manos y se fue al vestuario. Hubo varios minutos de desconcierto, pero finalmente el árbitro francés Guigu confirmó el gol.

Al término de la final disputada el 29 de Junio en el estadio Rasuanda, (con capacidad para 55.000 espectadores, fue inaugurado en 1937), donde ganaron los sudamericanos por 5 a 2, el capitán brasileño Bellini, le solicitó al árbitro francés, Maurice Guigue, que le obsequiara la pelota para llevársela como recuerdo.
El juez le negó la petición, pero uno de los ayudantes de campo del conjunto carioca se acercó al referí por atrás y le hurtó la pelota, salió corriendo y se la entregóa otros jugadores brasileños, una vez logrado su propósito dio una vuelta corriendo y cayó frente al palco real del rey de Suecia, Gustavo Adolfo.
Tras ganar la final, Garrincha preguntó en el vestuario campeón, contra que seleccionado debían disputar el siguiente partido.

Sabida es la intensidad con que viven los brasileños las alegrías y las tristezas, no tienen término medio, o son los mejores o los peores. Aquí detallamos algunas de las consecuencias del torneo obtenido.
• Un obrero de San Pablo, había prometido suicidarse si Brasil se coronaba campeón del mundo, y como lo prometido es deuda se tiró de un sexto piso.
• Dos niños, María de Fátima y Claudenio Chagas fallecieron al ser alcanzados por balas perdidas producto del festejo desmesurado.
• El oficial de Marina de 58 años de edad, Jonás de Hora falleció de un ataque al corazón.
• Juan Marcilio de Oliveira de 31 años de edad, murió producto de una herida de bala, disparada por el policía Edison de Oliveira, luego de una disputa debido a que los vecinos del primero se quejaran ante la ley por el ruido que hacía mientras festejaba.
• El joven Ricardo Mascarehan fue asesinado por el conductor del un auto cuándo el adolescente golpeó el capot de su móvil. El asesino sacó un revolver y efectuó cuatro tiros, hiriendo además a dos espectadores. El criminal resultó ser un mayor del ejército llamado Clemides de Siqueira.
• El periodista José Leite falleció debido a una discusión con José Soares, donde éste último sacó un arma y lo mató brutalmente.A pesar de todas las muertes, el presidente, Juscelino Kubitschek decretó fiesta nacional cuando retornaron los jugadores.

El goleador del mundial fue el francés Just Fontaine, quién hizo trece goles en seis partidos, convirtiéndose no solo en el máximo anotador en un torneo de la historia de los mundiales, sinó incluso en el jugador con mayor promedio de gol por partido con 2.20 por cotejo, mérito compartido con el húngaro Sándor Kocsis en 1954, quién realizó once goles en cinco encuentros. Fontaine integró en esa selección francesa el popularmente llamado “Trío de Oro”, junto con Raymond Kopaszewski (Kopa) y Piantoni.
El goleador francés, por haber sido el máximo artillero del torneo se hizo acreedor de un fusil de fabricación sueca.
Fontaine, aprovechando su bien ganada popularidad como futbolista decidió lanzar su carrera como cantante, el futbolista, portador de una voz suave y agradable, vendió bastantes discos.
El goleador galo declaró en su momento de mayor auge musical: “Se que no soy un gran cantante, pero me pagan muy bien y no es culpa mía que a otros, que quizá canten mejor, les ofrezcan menos”.

Luego de terminado el torneo, el presidente de Brasil se comunicó telefónicamente con Joao Havelange y comentó: “Mientras se jugaba el campeonato en Suecia cambié varios Ministros y no hubo ningún comentario en la prensa. Voy a realizar más cambios en un futuro cercano. ¿Podría decirme cuál es la fecha del próximo campeonato mundial?”.
Ésta es tan solo una muestra mas de cómo los gobiernos utilizan los Mundiales para distraer la atención de la gente.