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No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Fecha: 31-01-10.

Hora: 21:00.

Lugar: Ramón Sánchez-Pizjuán

El partido se empieza planteando mal. Jugamos fuera, sí. Pero se plantea mal: NO se debe salir con un doble pivote defensivo ante un rival directo como el Sevilla, eso se hace con los grandes, y ni eso. No se debe seguir dando oportunidades a un Miguel que se entera menos que un concursante de OT delante de una partitura. No se debe seguir sometiendo al ostracismo a un central que ha demostrado ser uno de los mejores del equipo. Y aun no ha transcurrido ni un sólo minuto.

Durante el partido vemos un fallo defensivo que ponía por delante al Sevilla. Llevamos 20 minutos y aun no se había chutado a puerta. ¿Cómo era esa palabra que lo define? ¡Ah, sí! MAL.

Nada más destacable. Se acaba la primera parte, y el Valencia había olido de lejos la portería sevillana. Los cuatro magníficos no reciben balones, no pueden crear ocasiones.

Llega el minuto 57 y Emery introduce un par de cambios. Tarde. Llegas tarde Unai. Llegas 57 minutos tarde. El único jugador que está organizando el juego esta temporada estaba de inicio en el banquillo. Al menos, tiene un punto positivo, Emery ha descubierto que tiene un delantero en el banquillo que también sabe jugar (y nada mal): me refiero, evidentemente, al gigantón Nikola Zigic.

El tiempo pasa y seguimos sin meter miedo a Palop, o metiéndoselo poco a poco, sin agobios, claro que sí. Y sigue pasando el tiempo, y Negredo hizo que nos quitáramos el sombrero ante una excelente vaselina. Pero Emery sigue sin reaccionar. Bueno, lo hace tarde. Cuando ve el banquillo y se da cuenta de algo: “¡Ahí va la hostia pues! ¡Tengo otro delantero!” Y saca al “Chori” Domínguez a falta de 5 minutos. Con un par. Así se gana seguro.

Con esto no pretendo despotricar contra Unai, sólo desahogarme un poco,y repito, no contra Unai,siempre me consideraré pro-Unai, pero a un servidor le da rabia que un excelente entrenador y un excelente equipo dejen escapar partidos así.

Esperemos que estos dos últimos partidos ligueros sirvan de reflexión y ayuden al equipo a mejorar.

Un cordial saludo al valencianismo,

Rubén.