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Victoria por inercia

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Los tres niveles de la Liga (los dos grandes, equipos que aspiran a Champions y el resto) se vieron sobre el césped de Mestalla: el Valencia, representante del segundo estrato, se impuso sin demasiados agobios a un Getafe que cada vez se aleja más de su nivel europeo. Opina sobre esta crónica.

La historia hubiese sido bien distinta si Moyà no hubiese salvado los muebles en la primera acción de peligro del Getafe: el mallorquín le sacó con el pie izquierdo el remate al atacante azulón, manteniendo la portería a cero. Instantes después, el Valencia se adelantaba con un gol de bandera del Tino Costa, que se está acostumbrando a marcar golazos de dificilísima ejecución. El argentino combinó con Mata, y tras la pared controló la pelota con el pecho en carrera y, sin dejarla botar, empalmó un pepinazo que se coló por la escuadra. Mestalla se vino abajo y con motivo.

Con el viento a favor, el Valencia empezó a gustarse. A jugar al fútbol. El rival era propicio, dado que el Getafe también da preeminencia al buen trato de balón. Lo único que interrumpía el buen espectáculo eran las lesiones. Mata pisó mal, clavó los tacos en el suelo y la rodilla se le "bloqueó", mermando su rendimiento durante el resto del choque. Y Mathieu llevó, una vez más, su físico al límite, y tuvo que marcharse lesionado antes de alcanzar tiempo de descanso.

La reanudación enfrió los ánimos, y el juego descendió varios puntos en cuanto a intensidad. Poquito importaba, porque el rival está en plena depresión futbolístico y la frágil moral de los futbolistas azulones propició que el Valencia se hiciese con el control del choque, hasta que la fruta cayese de madura. Lo hizo tras una jugada a balón parado, con centro al área al que entraron a rematar los dos centrales blanquinegros. El remate de cabeza de Navarro fue repelido en primera instancia, pero el portuense remachó a la red como los auténticos "killers". Partido finiquitado.

Cierto es que el ambiente, gélido una vez más, no invitaba a florituras. Pero sí que da mucha rabia ver como el Valencia, con el potencial presente en sus filas, con os mimbres de los que dispone, tendría capacidad para disputar en mayor medida el campeonato a los dos gigantes. Pero en las grandes citas, se "achanta" y pierde. Sin embargo, ante rivales como el Getafe (salvo desidia manifiesta), no suele haber más historia