Articulo

Investigación: lo que sabemos de Inversiones Dalport S.A.

El “affaire del águila” es sólo la punta del iceberg de una empresa, Inversiones Dalport S.A., rodeada de misterio. Para empezar, la prueba del algodón: Internet. Expertos en mercadotécnia de todo el mundo coinciden en que, a día de hoy, es un requisito indispensable para cualquier empresa tener una página web o al menos algún tipo de presencia en la Red de Redes. Más aún si se trata de un conglomerado empresarial presumiblemente potente como debería ser Dalport, ya que 500 millones de euros (cantidad que según Soriano entrará en el Valencia CF de la mano de este grupo inversor) no se sacan de la manga así como así. No obstante, Inversiones Dalport S.A. no existe en Internet. Ninguna web. Ningún blog. Apenas referencias. El más total y absoluto oscurantismo. Hasta que, esta misma tarde, se ha registrado el dominio http://inversionesdalport.com. Una web parca en contenidos y en la que sólo encontramos una dirección de correo electrónico de la que, de momento, no recibimos respuesta.

Siguiendo las pistas que hemos encontrado hoy, hemos constatado (como ya apuntamos ayer por la noche) que Dalport no se encuentra en el registo mercantil español porque tiene su domicilio fiscal en Montevideo (Uruguay). Su filial en España tiene domicilio social en un chalé de Boadilla del Monte (Madrid), un inmueble que no presenta en su fachada ningún rótulo de empresa ni señalización alguna. Eso sí, la piscina y pista de tenis no podían faltar en tan idílico paraje.

Tras algunas pesquisas, descubrimos que en el Ayuntamiento de Boadilla del Monte no tienen constancia alguna de las actividades de esta empresa en su municipio. ¿Una empresa que va a poner 500 “kilos” sobre la mesa, y de la que no tienen constancia las autoridades? La trama se complica todavía más cuando constatamos que la persona que figura como titular de Dalport S.A. en España es Victor Vicente Bravo, que también tiene domiciliada en el mismo chalé la empresa Cron Developments S.L. dedicada al mundo de la construcción. Curiosamente, si uno busca en Internet información de esta segunda empresa te remiten a una página de denuncia de fraudes, estafas y delitos por Internet.

En definitiva, no hay ni una sóla prueba fehaciente a estas alturas que respalde las palabras que pronunció Vicente Soriano Serra ayer por la tarde. El único dato verídico es que efectivamente se firmaron unos documentos ante notario el pasado sábado, y que el club recibido, además de una solicitud formal para la convocatoria de una Junta General Extraordinaria de Accionistas, la documentación que certifica la transacción de acciones de la entidad a favor de la empresa Inversiones Dalport SA, que posee más del cincuenta por ciento del capital social de la entidad.

No obstante, seguimos a la espera de que el empresario y expresidente del Valencia de una nueva conferencia de prensa, prometida ayer, en la que daría más detalles sobre esta empresa y la operación de compra-venta de las acciones. De momento, Soriano ya ha conseguido que toda la ciudad de Valencia se pregunte por el significado de Dalport S.A., y que los amantes de las teorías conspiratorias se lo estén pasando bomba en estos calurosos días de julio.